EL INOCENTE
“El inocente es la parte de nosotros que tiene fe aun cuando el mundo se muestra más negro y deprimente, y es quien sostiene los sueños aun cuando la probabilidad de que se cumplan sea mínima.” (Carol S. Pearson- Despertando los Héroes Interiores)
El Inocente, junto a La Madre Tierra, es el arquetipo de un Muladhara Chakra en buen funcionamiento; representa el entusiasmo por la vida propio de este centro energético, esa energía que nos sustenta, que nos empuja a seguir adelante y a perseguir nuestros sueños.
El Inocente posee esperanza y confianza en la vida y en los demás. En algún momento de su existencia ha experimentado lo que es vivir en un medio seguro o sentirse protegido (en su infancia o en el vientre materno, por ejemplo) y aunque posteriormente en su vida sobrevenga el conflicto, la violencia, el dolor o la decepción, en algún lugar de su conciencia alberga el recuerdo de ese estado de amabilidad y conserva la fe en que de nuevo pueda ser recreado.
Cuando la inocencia no va acompañada de cierto grado de madurez nos puede llevar a dos tipos de problemas:
- La negación de la parte dolorosa de la vida. El no querer ver aquello que no nos gusta o que nos hace daño. Esta actitud impide el proceso de aprendizaje y crecimiento al que nos insta necesariamente la dificultad, la crisis o el sufrimiento.
- La falta de discernimiento. Una suerte de fe ciega que nos lleva a adquirir prejuicios y creencias sobre la vida y sobre nosostros mismos que no son reales o que no nos pertenecen. Así, en nuestra infancia, cuando no somos capaces de discernir, tomamos patrones de comportamiento basados en lo que vemos o en lo que dicen nuestros mayores y progenitores, pues son nuestras personas de referencia. Confiamos y adoptamos sus convicciones como propias. De este modo pueden pasar a formar parte de nuestro sistema de creencias afirmaciones como éstas: “Las cosas deben hacerse de este modo”, “Esto es bueno, esto es malo”, “Eres torpe. Eres un inútil”, “Eres el más inteligente”, “No vales para esto”.
El yoga y la meditación nos ayudan a cultivar la capacidad de auto-observación y a posicionarnos como testigos de todo cuanto acontece en nuestro interior; así, permaneciendo atentos durante nuestra práctica, seremos capaces de detectar los patrones que nos van asaltando. Podemos comprobar cómo nuestra esterilla se convierte en una micro representación de nuestra vida y de nuestra mente. Sobre ella se van a manifestar nuestros hábitos de pensamiento, comportamiento y creencias, en definitiva, nuestra personalidad, que no es más que un conjunto de hábitos (Somos lo que hacemos repetidamente- Aristóteles-). La esterilla pasa a ser un espacio alquímico sobre el que abordar pequeños cambios y transformaciones de aquellas rutinas que nos limitan y generan sufrimiento, y posteriormente estos cambios se van a ver reflejados de un modo sorprendente en nuestras vidas.
Clarissa Pinkola Estés en su libro "Mujeres que corren con los Lobos" dice sobre la inocencia: “La ignorancia es no saber nada y sentirse atraído por lo bueno. La inocencia es saberlo todo y seguir sintiéndose atraído por lo bueno”... “Este estado de sabia inocencia se alcanza cuando nos despojamos del cinismo y el afán protector y entramos de nuevo en el estado de asombro propio de la mayoría de los seres humanos muy jóvenes y muchos ancianos. Consiste en mirar a través de los ojos de un perspicaz y amoroso espíritu y no de los de un perro apaleado o un herido ser humano”... “El sabio inocente se atreve a amar a pesar de las dudas, de su inquietud, de sus heridas y su temor a lo desconocido”... “Es un joven espíritu que, a pesar de los tormentos y los exilios, sigue amando porque se trata de algo que es en sí curativo y reparador”... “Su confianza es la de que cualquier herida que sufra se podrá sanar, la de que a la vida antigua le sucede la nueva, que cualquier cosa que ocurra será transformativa.”
Bibliografía:
- S. Pearson, C. (1992). Despertando los héroes interiores. Editorial Mirach.
- S. Pearson, C. (1991). El Héroe Interior, Arquetipos de Transformación. Editorial Mirach.
- Pinkola Estés, C. (2009). Mujeres que corren con los lobos. Ediciones B.
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